Reordenar o reescribir, pero es necesario actualizar la Constitución

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Testigo publicado por: Terra.com

Tema: Reordenar o reescribir, pero es necesario actualizar la Constitución

Especialista: Mtro. José Maria Aramburu, Facultad de Derecho 

Dado que la Constitución Política mexicana fue elaborada en un contexto revolucionario y ha tenido más de 700 reformas, es necesario reordenar o escribir una nueva carta magna, sencilla y accesible, opinaron juristas y expertos en derecho.

Para el director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, José María Aramburu, la Constitución debe ser piso y techo para el resto de las leyes, pero lamentó que sea incomprensible para la población.

“Este 5 de febrero debe ser el día en que volvamos a decir: o reordenamos esta Constitución o hacemos un nuevo texto de acuerdo a las necesidades del país hoy en día, que son muy distintas a las de hace cien años”, expresó.

Destacó la importancia de analizar si se reordena o se escribe una nueva Constitución, pues aunque parece un texto muy rígido, en la práctica es muy sencillo modificarlo.

Con todas las reformas, ya es un documento no accesible a todas las personas; hay que tomar cartas en el asunto y que en este aniversario, haya un acuerdo para reorganizarla, reordenarla o hacer un documento nuevo, puntualizó Aramburu.

El abogado constitucionalista, Rafael Soler, reconoció a su vez que elaborar un nuevo documento tiene muchas implicaciones, pues el hecho de que sea de hace cien años “nos debería de cuestionar, porque es un documento ideológico y tendría que preguntarse si corresponde a la situación actual”.

Señaló que mientras hay artículos esencialmente económicos y liberales, como el 25, 28 y 26, hay otros como el 123 que son marxistas, “entonces cómo hacer que una cosa funcione con la otra, es un documento por su propia naturaleza contradictorio y disfuncional en muchos momentos”.

Tiene aspectos importantes, pero en los elementos económicos y políticos es un texto contradictorio porque mantiene cosas del siglo pasado, y ese paso de un siglo a otro nos ha obligado a hacer cambios, aseveró Soler.

Propuso hacer un nuevo texto constitucional, más corto, más sencillo y más rígido en su modificación, para evitar elaborar una Constitución a la medida.

Señaló que para evitar demasiados cambios, que no sólo sea un trámite burocrático o que cualquier gobernante quisiera hacer modificaciones, debe recurrirse al referéndum como único camino para las reformas.

Es necesario, indicó, hacer un replanteamiento del federalismo y de la integración de los poderes, que se entienda que la Constitución es una norma que se debe cumplir y respetar.

Por su parte, Miguel Ángel Torrijos, abogado y director Académico de la Universidad La Salle, resaltó la importancia de que las instituciones, sobre todo las educativas, tengan la capacidad de entender el texto constitucional para poder llevar el conocimiento a la población, que lo percibe como una redacción intrincada, contradictoria y difusa.

Consideró que las recientes reformas a la Constitución han beneficiado a la población y la competencia, pero aún falta enfocarse más al aspecto educativo.

La Constitución mexicana consta de 136 artículos distribuidos en nueve títulos, de los cuales el primero habla de los derechos humanos, las garantías individuales y la ciudadanía mexicana.

El resto incluye aspectos como la división de poderes, soberanía, entidades federativas, responsabilidad de servidores públicos, trabajo y previsión social, reformas constitucionales e inviabilidad de la Carta Magna, entre otros aspectos.

La Constitución fue firmada el 31 de enero y jurada el 5 de febrero de 1917, aunque entró en vigor el 1 de mayo de ese mismo año; puede ser consultada en 23 lenguas indígenas, entre ellas náhuatl, chontal, mixteco, tarahumara y zapoteco.

De acuerdo con Félix Fulgencio Palacivini, en su obra “Historia de la Constitución de 1917″, esta legislación fue la realización práctica de los ideales de las revoluciones de 1910 y 1913, “constituyendo en Estado jurídico las aspiraciones sociales del pueblo mexicano”.

Desde el 5 de febrero de 1917, cuando el presidente Venustiano Carranza promulgó la máxima legislación, producto de los movimientos revolucionarios de 1910, a la fecha se han realizado más de 700 reformas encaminadas a “ajustar” el texto a la nueva realidad de la sociedad mexicana.

La Constitución de 1917 fue la primera en la historia en incluir los derechos sociales, marcando de esta forma un antecedente para el resto del mundo, lo que le otorgó el reconocimiento de “la primera Constitución social del Siglo XX”.

En el marco de las celebraciones, el gobierno federal decretó 2017 como Año del Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.