Me crecieron alas y fui a cumplir uno de tantos sueños

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  • Uno no adquiere una visión amplia, saludable y generosa si se queda en una esquina de la Tierra toda su vida. –Mark Twain.
  • Menos del 1% de la comunidad universitaria se atreve a vivir esta experiencia

Fue increíble como de un momento a otro ya todo estaba listo y me encontraba a unas cuantas horas de abordar mi vuelo a Madrid para vivir una de las experiencias que habia estado esperando por 21 años, un intercambio académico en España.

La Universidad La Salle tiene muchísimos servicios de los cuales la mayoría ni siquiera los conocemos, pero entre uno de los más importantes es que te da la oportunidad de realizar intercambios académicos y estos son literalmente cheques en blanco que te van a dar experiencias de vida que nunca podrás olvidar.

Hace un poco más de un año la convocatoria se publicó en mi facultad y decidí arriesgarme e ir a preguntar a mi jefa de carrera que es lo que debia hacer si es que yo quería irme de intercambio, porque siempre existió una cosquillita dentro de mi de querer ir lejos por un buen tiempo y  ver como es que surgian las cosas estando distante de casa; así fueron pasando los días hasta que habia juntado todos los documentos de mi expdiente y este mismo fue enviado; tras estar esperando meses y revisando todos los días al despertar mi bandeja de entrada,  finalmente una mañana llego la tan esperada “carta de aceptación” de mi universidad en España, de ahí en adelante los siguientes eventos fueron pasando fugazmente, de un momento a otro me encontraba montada en un avión directo a Madrid y unos boletos de bus hacia Orihuela, la ciudad que me acogió por 6 meses, juro que los pensamientos que pasaban por mi cabeza no me dejaban estar tranquila, miles de emociones se estaban apoderando de mi.

El estar en otro país viviendo sola con 2 extraños en un mismo piso, fue lo mejor que me pudo haber pasado, porque así fue como forme lazos fuertísimos hasta considerar a esa italiana y brasileña como parte de mi familia, aprendes que no todo es fácil, que te vas a enfrentar a la soledad , y a gente totalmente nueva en clases nuevas y en una universidad totalmente diferente a la tuya y te das cuenta del valor de las cosas porque cada peso  gastado lo vas sintiendo al final del mes cuando las cuentas no te salen y claro… aprendes a manejar tu economia. Pero mas que todo eso, aprendes a ser tolerante con todas las culturas con las que convives, aveces hasta funcionas como profesor de español de tus amigos que no dominan el idioma, vives al día con las costumbres de la gente de la ciudad, como salir todas las tardes de la universidad e ir directo a comer unas tapas de jamón serrano con una caña y después la respectiva siesta española que todo mundo conoce, al final te vuelves uno más en ese país ajeno, pero de pronto te entra una nostalgia rara, en mi caso no fue el extrañar a mi familia en México, lo que me sucedió a mi fue distinto la nostalgia era hacia mi país, pude ver que México tiene todo el potencial para poder ser un país denominado de “primer mundo” por que es cierto el dicho que “como México no hay dos” y tristemente lo descubrí estando lejos, esto me hizo entender que la educación es la respuesta a todos los males de esta nación.

Profesionalmente tuve un crecimiento ya que aprendí a relacionarme con diferente profesores a lo cuales ya esta súper habituada, pero considero que el mayor crecimiento que tuve fue personal,  aprendí a dejar aquello que amaba 2 veces, cuando partí de México y deje a mi familia y amigos por 6 largos meses y cuando volví  y deje  con miles de lagrímas en los ojos a mis mejores amigas y a un país del cual me enamoré .

A mi vuelta en México, estoy agradecida  totalmente con Dios, mis padres y mi alma Mater la Universidad La Salle por la oportunidad que me dio para poder cumplir este sueño tan anhelado.

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Diana Luz Carmona Villagomez

Facultad de ciencias Químicas